En esta crónica de la UTMB relataré cómo de difíciles se me pusieron las cosas y cómo las llegué a superar hasta conseguir llegar a la ansiada meta. Un viaje increíble. Aún me cuesta creer lo que he hecho. Estas 100 millas han sido las más complicadas a las que me he enfrentado. ¿Me acompañáis?
Crónica de la UTMB. Una contractura en el gemelo. El origen de todos los problemas
Pues si. El motivo principal fue una contractura en el gemelo izquierdo que me surgió durante el viaje conduciendo hacia Chamonix. Cometí el error de querer conducir todo el viaje y con pocos momentos de descanso. Los que tenéis hijos ya lo sabeis – «venga un poco más que ahora están dormidos»
Total que de tanto tiempo sentado seguido, llegué a Chamonix con el gemelo izquierdo bien cargado.
Y no era por llegar sobreentrenado a la carrera. Esta vez hice un tapering llamado exponencial con caída brusca que hizo que llegara muy descansado a la carrera y con muchas ganas de correr.
Ahora, que pensándolo bien, creo que no me vino solo del viaje. La semana antes de partir a Chamonix estuve muchísimas horas sentado trabajando de lunes a domingo para dejar programadas varias semanas de entrenamientos de mis atletas. Y de esta forma, poder disfrutar después de la carrera, de unos días de vacaciones con la familia.
Procuré con automasajes bajar la sobrecarga. Y aunque noté mejoría sabía que algo tenía en el músculo.
UTMB y la sombra del abandono
Llegó el día. En cuanto a la salida llegué una hora antes lloviendo y ya estaba toda la plaza llena!! Los que vayáis algún día ya no basta con llegar una hora antes. Pero no sé si vale la pena estar más de 1 hora de pie con lluvia (tampoco te podías sentar) esperando a que empiece una carrera de 170 km con 10000 +. Al final lo que cuenta son tus previsiones de tiempos de paso durante la carrera. Así que salí de los últimos.


La carrera. Una crónica de una UTMB llena de dificultades por superar
En los primeros 20 km adelanté a muchos corredores. Iba a buen ritmo por debajo del umbral aeróbico, muy cómodo. Había entrenado bien y esta vez llegué con un % de masa grasa muy bueno, sin perder músculo, que me hacía sentir muy ligero. Además, durante el periodo específico de mi preparación, la combinación de entrenamientos de intensidad con alta disponibilidad previa de carbohidratos por la tarde, para durante la noche dormir bajo de glucógeno y entrenar en ayunas con continuos extensivos por la mañana del día siguiente, hizo que pudiera ir a ritmos muy buenos dentro de mi nivel por debajo del umbral aeróbico. Pero algo notaba en mi gemelo izquierdo.
A partir de les Chapieux en el km 50 empecé a notar verdaderas molestias, así que me tocó ir con mucha cautela y bajar el ritmo. Una lástima porque me encontraba bien y hasta aquí iba según lo que había previsto en cuanto a tiempos de paso. Pero a medida que pasaban los km, el dolor cada vez era más acentuado.

En Courmayer en el km 80, en la bolsa de vida, ya llegué muy contracturado. No podía correr. Me fui directo al servicio de fisioterapia y gracias a una excelente profesional me lo descargó de forma momentánea. Ella me dijo que si veía que podía volver a correr que lo hiciera y que ganase tiempo para que después no me pillaran los tiempos de corte porque seguro que me volvería a reaparecer y con mayor vilurencia. Con esta parada obligatoria perdí una hora y media de tiempo de carrera.
Y así lo hice del km 80 al 126 en Chamex-lac pasé de la posición 1400 a la 988. Corrí todo lo que pude porque sabía que los últimos 46 km y sus más de 3000 + me tocaría a hacerlos todos andando.
Pero la UTMB nos tenía reservado otro golpe de los duros. Después de coronar el Grand Col Ferret, en el tramo hacia la Fouly, cayó una gran tormenta con granizo. Ya viví una experiencia similar subiendo al Pic Negre en la Ronda dels Cims. Pero esta vez el granizo eran auténticas piedras que hacían un daño horrible cuando impactaban sobre nuestras cabezas. En un momento ríos de agua en los senderos y barro por todos sitios se convirtieron en nuestros compañeros de viaje. Aunque llevaba una membrana de 25.000 empecé a notar que el agua ya traspasaba el tejido. De tanto que llovió, aunque lo llevaba protegido y es resistente al agua, me cogió humedad el teléfono y me lo dejó totalmente inutilizado. Ahora estoy intentando pasar y recuperar todos los mensajes. Me hace una ilusión tremenda poderlos leer y escuchar.


En el avituallamiento a la Fouly abandonaron muchos corredores. La tormenta había hecho estragos (en el total de la carrera de los 2500 abandonaron casi 1000 de ellos). Yo llegué empapado con la membrana y la térmica totalmente mojadas. Decidí no esperar más y corrí el riesgo de ponerme la térmica mojada cuando ya nos íbamos para la noche.
Por suerte ya no hubieron más tormentas y salí a buen ritmo otra vez desde la Fouly camino hacia Champex-lac. Pero al cabo de una rato ya no pude más. El dolor era tan intenso en el gemelo que ya no podía correr. La cabeza empezó a sabotear de lo lindo. Veía aún muy lejos la meta. Llegué a Champex-lac con sueño y derrotado anímicamente. Aquí me entraron serias dudas de que podría llegar a Chamonix. Pero en Champex me esperaba un golpe de efecto. El efecto «Manel y su mujer». Fue una gran sorpresa verlos. No me lo esperaba ya que a mi mujer y mis hijos no los pude ver en toda la carrera. Mis hijas aún son pequeñas y por combinaciones en los avituallamientos en los momentos que pasaba, no pudieron venir a verme en ninguno de ellos. Además llegaba con el teléfono muerto. Sin poder leer esos mensajes de ánimo que tanto ayudan. El efecto «Ana y Manel » funcionó. Verlos, poder hablar con alguien conocido fue un bálsamo.

En Trient volví a pasar por el fisio donde me estuve otra hora y media entre esperar a que me atendieran ya que allí el panorama era un poco dantesco (corredores con llagas, lesiones varias, …)
El segundo fisio me comentó que poco podía hacer ya. Lo tenía muy inflamado. Le comenté que quería terminar a toda costa y que hiciera lo que pudiera.
Esta carrera ha sido la que más veces me he planteado la posibilidad de abandonar. La verdad es que lo he pasado muy mal. Pero para mi, como entrenador, era muy importante tener esta carrera en mi historial. Así que pensé que el dolor era momentáneo pero después la gloria es eterna y para siempre. Tenía mucho dolor a cada paso pero mi salud estaba intacta. Hablo mucho conmigo mismo, así que me dije que solo tenía un limitante muscular pero nada roto. Sabía, por experiencia, que eso en una semana después ya lo tendría más o menos curado y que luego tendría todo el tiempo que quisiera para recuperar. En mi cabeza tenía un continuo bombardeo de razones para abandonar con continuas contramedidas para no abandonar. Argumentos, razones, motivaciones… Utilicé todas las estrategias posibles para poder controlar mi gobernador central.

Me quedaban 3 picos por subir y bajar. Los hice con la pierna izquierda como una pata de palo y subiendo con la derecha. Y ya sabéis lo que pasa. Que empiezan a salir efectos colaterales al andar de forma descompensada en la pierna afectada. Sobrecarga en el piramidal y glúteo… Si no llega a ser por el trabajo de fuerza no la termino. Hice miles de sentadillas a una pierna y gracias a mi gran reserva de fuerza pude aguantar estas dificultades.
Así que lo hice todo andando. 46 km y más de 3000 +. Pero tenía margen de tiempo gracias al tramo que hice rápido del 80 al 126. Un colchón que por esta parte me dio cierta tranquilidad.
CHAMONIX. Un sueño hecho realidad
La llegada a Chamonix fue brutal. La vuelta que te hacen dar es muy emotiva. El ambiente es increíble donde no te paran de felicitar.
Llegar, poder ver y abrazar a tus seres más queridos y saber que lo habías superado absolutamente todo fue una sensación indescriptible. Las lagrimas empezaron a caer hacía mis mejillas. Lo había conseguido. Había derrotado a mi parte débil que me señaló muchas veces el DNF en mi cabeza. Ahora pienso que si hubiera abandonado y pudiera ver por un agujero lo que me hubiera perdido no me lo habría perdonado en la vida.
En fin, muy feliz por lo conseguido. Llegaba, por tiempos y ritmos de entrenamientos, para hacerla con menos de 35 horas. Me había preparado bien con mis condicionantes como muchos de vosotros de familia y trabajo. Pero en este tipo de distancias todo puede pasar. Me he demostrado a mi mismo que si la salud no me lo impide puedo superar cualquier cosa. Es cuestión de cabeza, de tener motivaciones. Como entrenador era muy importante para mi tener esta carrera en el currículum ya que muchos de vosotros estáis conmigo por la experiencia a parte de por los conocimientos y la pasión por este mundo que siempre procuro transmitir. No lo voy a negar. Ahora a tiro pasado puedo decir que, aunque estoy acostumbrado a ella, tenía mucha presión en esta carrera. Había invertido mucho dinero, tiempo y dedicación. Quería ese chaleco a toda costa. Quería ver a mi familia en la llegada. Quería deciros que la había conseguido. Quería ver y vivir todo el recorrido para los que queráis ir algún día os pueda ayudar en la gestión de la carrera. Ahora me la conozco toda de primera mano. Y así lo he hecho.
Muchas gracias por vuestro apoyo. Mientras tenía teléfono iba leyendo vuestros mensajes. Después tuve que luchar con mi propia soledad.
Tengo muchas ganas de poder recuperar los mensajes. De corazón gracias.
He aprendido muchas más cosas durante este viaje. La UTMB es la carrera de ultradistancia más mediática del mundo. Se la podrá criticar. Pero es innegable que el nivel de organización es brutal. Además cada año van mejorando detalles.
Muchos sabéis que no han sido mis primeras 100 millas. La Ronda dels Cims dando la vuelta a toda Andorra de 170 km y 13500 +, las 100 millas de la Ehunmilak con sus 11000 +, los 170 km atravesando la parte media de Inglaterra en la Spine, la Transgrancanaria yendo de un lado a otro de la isla con sus 125 km. Pero si que han sido mis 100 millas más difíciles de mi vida donde la sombra del abandono no paró de perseguirme en todo momento.
Para finalizar dejadme un espacio para dedicaciones. Esta UTMB la dedico a mi familia, por la paciencia y amor que me dedican a la hora de conseguir mis sueños, a todos mis corredores, por vuestra confianza, y en especial a Maria Luisa, por ella, por su lucha y por su madre que desde las estrellas se debe sentir muy orgullosa de la hija que tiene, y a Joan Serra, Jesús González Ceballos y Agustin Padilla, para que se recuperen muy pronto (por mi apoyo no quedará), a «ate motivació», un grupo con unas personas de una gran calidad humana, que si queréis tener siempre una sonrisa en vuestra vida éste seguro que os lo aportará. Y como no a Ana y Manel por su inestimable apoyo en el último tramo de la carrera. Esta UTMB va por vosotros.
Y por último, felicitar a mi amigo de aventuras Agustí Janini por realizar una magnífica CCC terminando en 17:19 y el 263 de la general. Sabía que lo harías genial. Muy feliz por ti. Te lo mereces.
Lo dicho. Gracias, mil gracias y a seguir felices entrenando.
Espero solucionar rápido lo del teléfono y en cuanto al gemelo ya va bajando la inflamación. De todo lo demás me encuentro muy bien. Genial diría yo. Qué diferente hubiera sido todo si hubiese abandonado.

¡¡El dolor es pasajero la gloria eterna!!
Joan Ventura. Corredor 2125
Admirable, la mente y el corazón deben ganarle al cuerpo, felicitacions por tu tenacidad.
Para este puente del 12 de octubre estaré, Dios mediante, en la Ultra de ultras La Vega 2019, Colombia, son 170 km, com mis casi 67 años, una cirugía de corazón abierto…el running me ha aliviado muchas dolencias físicas crónicas.
Un abrazo.
Primero de nada enhorabuena Joan por lo que has conseguido y decirte que me he emocionado leyendo tu crónica. Te seguí desde el km 0 hasta la meta, por las imágenes intuía que la prueba era dura de verdad, pero no podía ni imaginar que estabas corriendo mermado físicamente por el viaje y la carga de trabajo previa a la carrera. Estos condicionantes hacen que la gesta sea aún mayor. Está claro que el trabajo metódico, tus conocimientos y tu fortaleza mental han sido tus mejores aliados. Seguro que tu ejemplo nos servirá de revulsivo cuando en una carrera las sensaciones no sean buenas y el fantasma del abandono haga acto de presencia. Eres una fuente de inspiración para tus corredores y el vivo ejemplo de que correr es un estilo de vida.
Gracias Joan por tu ejemplo!!
Muchísimas gracias Joan. Agradezco mucho tus palabras. La mente es muy poderosa. En según qué situaciones podemos hacer cosas inimaginables. Todos podemos hacer más de lo que nos pensamos. ¡Gracias de corazón!
molt bé Joan.
Gran carrera, la UTMB no es una carrera que se puede dejar para otro año, hay que sacar fuerzas de donde sea para acabarla. Cuando en carrera tenga un momento complicado pensare en ti.
Buen detalle la chaqueta de columna 25.000, con la mínima exigida de 10.000, hipotermia asegurada.
felicidades.
La he leído 3 veces y no dejaría de leerla, la piel de gallina sólo de pensar lo que llegaste a sufrir. Te iba siguiendo, montse ya me había dicho lo de tu estado en Courmayeur, y viendo ya los tiempos de bajada antes de llegar a Champex, pensé que si terminabas sería una gesta muy pero que muy grande! Pero una parte de mi nunca dudó que a un ritmo u otro llegarías. Eres muy grande, ya sabes como te admiro, has sido siempre un ejemplo para mí y para que pueda conseguir mis propios retos. Tan sólo deseo que la vida nos permita disfrutar muchos años de estas aventuras y locuras, y que podamos compartir esos momentos juntos previos y post carrera que tanto nos aportan. Enhorabuena de nuevo y a seguir!
Y gracias por tu felicitación, ya sabes que para mi significa mucho, con todo lo que he aprendido de ti, en cada finisher mío hay una parte de ti.
Hola Joan,
Primero de todo darte la enhorabuena por esa gesta de completar el UTMB en tales condiciones.
En tu relato se plasma el espíritu de este deporte, donde la superación personal y el control mental sobre tus dolores físicos es vital.
Sin duda un gran relato y, de nuevo, enhorabuena por compartirlo también.
Saludos!!